Tus brazos siempre se abrían cuando quería un abrazo. Tu corazón comprendía cuando necesitaba una amiga. Tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron, y me dieron alas para volar.
Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido. Gracias por ser mi madre.
A raíz de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró los Derechos Universales del Niño el 20 de noviembre de 1952, a partir de ese año, algunos países del mundo instituyeron el día del niño, con el fin de atender los problemas de la infancia, lo relativo a la educación, formación de valores y medidas de protección. México instituye el 30 de abril como “Día del Niño”.
Ante la proximidad de festejar una vez más a los niños en su día, a los niños como reyes del hogar, a quienes significan los seres más entrañables, motivo por el cual nos esforzamos día a día para lograr metas y propósitos para ofrecerles mejores opciones de bienestar y calidad de vida con todo nuestro amor, se hace oportuna la reflexión pues sin duda son niños bien amados que viven en ambientes positivos, saludables y que por lo mismo son la esperanza de que reflejen esa plenitud al convertirse en ciudadanos.
